Consejos para
estudiar bien
- Diez consejos para ser un buen estudiante
- Cómo ser eficiente con el estudio en casa
- Cómo prepararse para un examen
- 15 Consejos para conseguir el éxito en tus estudios
- Planear es la clave
- Técnicas para un estudio eficiente
El logro de buenos resultados debe ser prioridad
número uno de todo estudiante. He aquí diez consejos para obtener un buen
rendimiento académico.
1. No basta con ser inteligente
Hay personas bastante inteligentes que apenas
necesitan estudiar, así como otras para quienes estudiar no es lo suyo. Sin
embargo lo normal es tener una inteligencia media y por lo tanto los buenos
resultados solo se obtienen con una motivación adecuada que facilite el
esfuerzo de estudiar. Sin voluntad de estudiar, no hay nada que hacer... y los
motivos que se tengan para estudiar son decisivos.
2. Encuentre un motivo para estudiar
Aunque hay muchísimas otras cosas que son más
divertidas, estudiar es un deber inaplazable. En los años escolares nos estamos
jugando el futuro pues en esta corta época decidimos lo que vamos a ser el
resto de la vida.
Se debe tener un motivo para estudiar. Y ese motivo
ha de salir de uno mismo. Los premios y los castigos pueden ser eficaces, pero
a la larga no son lo decisivo.
3. Adopte su propia técnica de estudio
De algunas personas se dice: "este chico no
sabe estudiar". Hay maneras de aprender a hacerlo, muchos libros, páginas
web, la ayuda de un profesor, de los padres. Pero en el fondo, todo es sentido común.
A estudiar se aprende estudiando y cada quien verá cuáles son los sistemas que
le van mejor.
4. Siéntase cómodo y concéntrese
Para estudiar eficientemente se necesita un lugar
de estudio tranquilo, donde todo esté a mano, con una silla cómoda y luz suficiente.
No se engañe, con música no se puede estudiar: puede dibujar o copiar, pero no
memorizar ni concentrarse. No se levante a cada momento y persevere sentado al
menos 45 minutos. Luego descanse 5 a 10 para poder continuar.
5. Horario y planeación
También se debe tener un horario. No tiene por qué
ser rígido, ha de ser flexible pero lo normal en secundaria es que se gaste
entre media hora y una hora para hacer las tareas y tres cuartos o una hora
para estudiar. Si entre lunes y viernes no ha dedicado 10 a 12 horas de
estudio, el fin de semana hay que recuperar. Deje, si puede, para el fin de
semana las tareas que le lleven más tiempo: Una lámina de dibujo, un trabajo
para una asignatura. Es una lástima que pase el tiempo haciendo como que está
estudiando cuando su cabeza está muy lejos. No sueñe despierto. Aproveche el
tiempo y luego, podrá hacer muchas otras actividades.
6. Aprovechar las clases ahorra tiempo
Es una tontería perder el tiempo en clase. Si
aprovecha ese rato, tendrá mucho adelantado. Si, por alguna razón, le dejan
tiempo libre de estudio, adelante tareas.
Puede que el profesor siga el libro: en ese caso tome notas de lo que dice, de aquello en lo que insiste. Si da apuntes, siga atento y tome nota en todo lo que pueda, con sentido común. Subraye aquello que repita, pues es lo que considera básico.
Puede que el profesor siga el libro: en ese caso tome notas de lo que dice, de aquello en lo que insiste. Si da apuntes, siga atento y tome nota en todo lo que pueda, con sentido común. Subraye aquello que repita, pues es lo que considera básico.
7. Memorizar pero entendiendo el contenido
En la mayoría de las asignaturas hay que memorizar
los contenidos de las lecciones. No intente aprenderse algo que no entiende;
por eso es tan importante lo del punto anterior.
Cada persona tiene su propio sistema para fijar en
la memoria las lecciones: leerlo en voz alta, repasarlo varias veces e intentar
repetirlo sin mirar el texto... lo importante es que tenga en cuenta que no se
sabes un tema si no es capaz de explicarlo. Y es muy conveniente que estudie
cada día lo explicado en clase. Es mejor aprender un texto corto que
enfrentarse a un montón de páginas cuando lleguen las épocas de evaluaciones.
8. Los exámenes: comience por lo más fácil
“Ya estudiaré cuando llegue el examen…” Este es un
enorme error. Si estudia cada día, cuando llegue el momento del examen sólo
tiene que repasar conocimientos ya adquiridos, recordar lo que ya se sabe. Si
lo deja todo para el final, acabará con la cabeza llena de fórmulas,
definiciones, fechas, etc. un caos.
Los exámenes son de distintos tipos: hay que
preparar cada uno de modo diferente. Auto examinarse da buen resultado.
Duerma bien la noche anterior al examen y ni se le
ocurra tomar ninguna pastilla - lo pagará muy caro -. Así evitará el
nerviosismo y el cansancio. Lea detenidamente las preguntas antes de lanzarse a
responder. Si es posible, responda primero las preguntas más fáciles y deje
para el final las que no se sabe bien. Esto es especialmente importante en
problemas de matemáticas, física, traducciones... Muchas veces se gasta todo el
tiempo de que se dispone en hacer un problema y se deja el resto en
blanco.
Antes de entregar el examen revise cuidadosamente las respuestas. No se precipite en entregarlo: use todo el tiempo de que disponga.
Antes de entregar el examen revise cuidadosamente las respuestas. No se precipite en entregarlo: use todo el tiempo de que disponga.
9. Ayudas para resolver problemas
Aunque es difícil dar una regla común, en
matemáticas, física y química muchas pruebas incluyen problemas: a partir de
unos datos tiene que hallar otros, mediante una fórmula o varias.
En primer lugar elija la fórmula adecuada, luego
sustituya las variables por los valores que le den (¡Las unidades!) y le
quedarán una o varias incógnitas para despejar. Hágalo con sumo cuidado: es muy
probable que pidan los resultados exactos, y no bastará con que la solución
esté bien planteada.
10. Y lo más importante
Hay un punto del libro Camino, donde se afirma que
"Una hora de estudio es una hora de oración": este libro tiene muchos
puntos, un capítulo entero, dedicado al aspecto sobrenatural del estudio. Le
vendría muy bien considerarlo detenidamente. Ofrezca a Dios su trabajo.
¿Cuántas veces has dejado tu tarea para el fin de
semana?; ¿Te ha pasado que llegas al domingo por la tarde y aún tienes todos
los deberes escolares pendientes? Si a estas preguntas has respondido
positivamente, seguramente te ha faltado una correcta planificación de tus
horas de estudio. A menudo no basta solamente con la voluntad de estudiar: hay
que crear hábito.
La autodisciplina es quizá uno de los logros más
significativos en la formación académica y sin duda se compensa al obtener un
rendimiento óptimo en el colegio o la universidad. Muchos alumnos muy capaces
terminan con bajo rendimiento escolar ante su desorganización, mientras que
otros menos dotados han obtenido éxito porque tienen disciplina y planifican su
estudio.
Para organizar un horario de estudios, es preciso
adaptarlo a las circunstancias personales pues de nada sirve un plan estricto,
si es imposible de cumplir. No obstante, la frecuencia recomendada es la
siguiente:
- 4 a 6 años 15-30 minutos/día 3 ó 4 días/semana
- 7 a 12 años 1-2 horas/día 5 días/semana
- 13 a 18 años 2-3 horas/día 5 ó 6 días/semana
Reglas básicas
Sin importar la edad y circunstancias personales,
existen reglas básicas para el estudio en casa:
- El horario de estudio debe ser a la misma hora para que se
convierta en hábito.
- Planifica bien cómo harás los trabajos; no improvises.
- Es preferible comenzar con objetivos pequeños que aspirar muy alto
y no poder cumplirlos.
- La constancia es una condición fundamental para adquirir un
correcto hábito de estudio.
- Planifica también los descansos. Son parte importante de una sesión
de estudios. Por cada 45 minutos de trabajo, tómate 5/10 minutos de receso.
- Ordena las materias en función de su dificultad. No comiences con
la más difícil, tampoco con la más fácil. Las asignaturas neutras sirven
de calentamiento.
- Deja para el final aquello que te resulte más grato. Quedarás con
buen sabor de boca.
- Confecciona un horario donde dejes muy claro qué tiempo vas a
dedicar a cada cosa. Compártelo con tus hermanos y tus padres. Ellos te
ayudarán a respetarlo.
Fuente: Profes.net
- Ten claro el tipo de examen: ¿Será oral, escrito, práctico,
teórico o escogencia múltiple?
- Repasa los exámenes anteriores. Ello te dirá una idea del estilo de
preguntas de cada profesor.
- Presta atención a las clases previas al examen, pues se suelen
hacer repasos y ejercicios que tienen que ver con lo que se preguntará.
- Lo que el profesor marca como ‘importante’ es casi siempre tema de
examen.
- Imagina ser tu propio profesor, respondiendo lo que creas que
él te preguntará.
- Trata de llegar con una actitud serena a la prueba. De los nervios
no sacas nada y por el contrario te puedes desconcentrar.
- Intenta responder todas las preguntas. Así estés inseguro en
algunas respuestas, recuerda que los conocimientos están ligados entre sí,
y puede ser que aquello que no sabes tiene relación con un tema que
conoces bien. Siempre acude a tu sentido común y a tu lógica.
- Regla de oro: antes de contestar, asegúrate de haber
comprendido bien la pregunta.
- Si te bloqueas con algún punto en concreto, pasa a otro tema. No
pierdas demasiado tiempo para responder lo que ya sabes.
- Expresa tus ideas con claridad y coherencia.
- Si el examen es oral, es importante llegar bien preparado, pues la
improvisación es un enemigo mortal en esta clase de exámenes.
El dominio de sí mismo y la serenidad, son claves. Por esto, al estudiar
para este tipo de pruebas, puede ayudar pararse ante un espejo y
ensayar la postura, el timbre de voz y la actitud que estás reflejando
ante el profesor.
A continuación ofrecemos diez normas para tener en
cuenta al presentar un examen oral:
- Cuida tu presentación personal: que sea correcta para los
examinadores y cómoda para ti.
- Los primeros minutos son fundamentales. Empieza desarrollando la
idea que mejor sabes.
- Buena parte de tu éxito depende del estilo que utilices. Por eso
frases cortas y precisas te ayudarán.
- No mires al suelo. Procura hablar para todos y no sólo para uno de
los profesores.
- Demostrar equilibrio en la duración de tus respuestas. Ni muy
cortas ni muy largas.
- Utiliza el lenguaje apropiado para esta ocasión. Recuerda que no
estás conversando con amigos.
- No obligues al profesor a hacer un esfuerzo para escucharte. Habla
claro, con intensidad y modulando perfectamente.
- Aprende a matizar: sabes que hay ideas principales e ideas
secundarias.
- Organízate mentalmente para ajustar el tiempo de exposición.
Utiliza todo el tiempo del que dispones.
- Deja para el final tu respuesta "estrella".
Cuando se trate de un examen escrito, recuerda:
- Las respuestas largas han de ser siempre claras y referidas a la
pregunta.
- Cuida la caligrafía, el vocabulario y la ortografía.
- Lee varias veces la pregunta hasta comprenderla del todo.
- Cuando finalices de contestar, utiliza unos minutos para repasar
las respuestas.
Fuente: Profes.net
- Necesitas cinco minutos cada día para planificarte. Cuanto más
atareado estés, más necesitas organizarte. No te dejes atropellar por la
improvisación de hacer lo más inmediato. Date la satisfacción de saber por
dónde vas y de cumplir lo que habías previsto para cada día.
- No empieces nunca por lo fácil con la excusa de ir entrando en
materia poco apoco. Valdría si hubiera mucho tiempo por delante, pero
generalmente no lo hay. Comienza por lo más importante; si no lo haces
así, te perturbará la ansiedad de saber que aún tienes pendiente aquella
tarea y el nerviosismo te hará aumentar la sensación de impotencia.
- Lleva siempre encima una agenda en la que puedas anotar una idea
antes de que se te olviden datos que sea necesario recordar.
- Conserva pocos papeles. Tira todos los que hayas usado y no sean
imprescindibles. Archiva con un método claro todo lo que decidas
conservar. Hay quienes pierden más de la mitad del tiempo de estudio en
buscar informaciones entre fotocopias y cuadernos.
- No comiences nunca a hacer una cosa si no confías seriamente en que
puedes realizarla. Cuando se produce un fracaso y no se completa una
tarea, se produce una insatisfacción y uno sentimiento de culpabilidad que
lleva a perder cantidad de tiempo. Es mejor pedir ayuda cuando sientes que
lo necesitas.
- Antes de ponerte a estudiar prepara todas las cosas que preveas
necesarias. Es conveniente cortar a tiempo las posibilidades de fuga.
Quien mucho se levanta, poco interés tiene.
- Aprovecha en lo posible tus mejores momentos. ¿Eres de los
madrugadores? ¿O prefieres las tardes? Estudia en tus momentos altos de
energía. El descanso y la diversión exigen menos concentración.
- Busca sitios adecuados donde poder estudiar sin que haya demasiado
ruido. Si es necesario, recurre a otras posibilidades fuera de casa:
bibliotecas públicas, etc. La concentración es imprescindible.
- Con el estómago lleno es difícil de conseguir esta concentración:
busca tiempos más oportunos.
- Procura trabajar en una mesa en la que sólo tengas las cosas que
necesites para el estudio; evita en lo posible el riesgo de distraerte.
- Empieza a estudiar con un vistazo general de los temas. Esto ayuda
a concentrar la atención y a despertar el subconsciente. Tener un marco de
referencia general te ayudará a comprender mejor los pasos de un proceso.
- Reserva algún tiempo del día para resolver las cosas triviales,
pero necesarias. Evita la sensación de estar pendiente de terminar algo
que se ha quedado a medias. Esta sensación es frustrante y quita
concentración.
- Cuando lo necesites, descansa, relájate, oye música. No esperes a
que el cansancio se convierta en agotamiento, pero tampoco diversifiques
los objetivos de tu atención haciendo varias cosas a la vez, como estudiar
y oír música; las dos cosas a la vez no suelen funcionar bien.
- Ponte cómodo para estudiar, postura relajada, ropa floja y cómoda,
buena luz.
- Pide ayuda cuando la necesites porque no consigues resolver una
cuestión. Remite tus dudas al profesor, en clase, pero no dejes pasar un
tiempo excesivo para aclararlas. Muchas veces basta con una consulta a tu
compañero, pero cuando haga falta hay que recurrir al profesor, con quien
siempre hay que mantener una relación personal que facilite estas
consultas.
A continuación tienes unas frases referidas a la
planificación y utilización del tiempo de estudio. Al final de cada una, marca
la casilla SÍ si las frases valen para ti Y NO en caso contrario.
Preguntas
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SI
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NO
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1. Dejo para última hora casi todo lo que tengo
que hacer o estudiar
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2. No he conseguido habituarme a trabajar
diariamente un tiempo fijo
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3. En casa no tengo horario o agenda de estudio
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4. A veces dejo sin acabar el trabajo o el
estudio
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5. Pierdo mucho tiempo por no haber preparado lo
necesario antes de empezar a trabajar y estudiar
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6. Mientras estudio o trabajo. suelo tener
interrupciones que me roban tiempo
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7. Anoto en cualquier sitio los trabajos que
tengo que hacer o los temas que hay que estudiar
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8. Empiezo a trabajar por lo que más me gusta o
me es más fácil, y dejo para el final lo más difícil o desagradable.
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Leyes para organizar tu tiempo
Esta actividad tiene como objetivo facilitar
criterios que deben guiar la gestión del tiempo de tu estudio. Las leyes son:
- AUTONOMIA (Tú te lo guisas, tú te lo comes): Puedes pedir
ayuda para organizarte., pero el que debe decidir y después cumplir eres
tú.
- REGULARIDAD (Coge el ritmo): Dedicar diariamente al estudio
alrededor de tres horas es más eficaz darse grandes palizas de vez en
cuando.
- DOSIFICACIÓN (No te quemes las neuronas): Por cada hora
dedicada a estudiar, debes descansar diez minutos, aunque no te sientas
cansado.
- EXCLUSIVIDAD (Situarte en paradero desconocido): Durante el
tiempo de trabajo evita lo que te pueda distraer. Aplaza para el tiempo
libre cualquier otra cosa. Que nadie te moleste; eres un profesional.
- PRIORIDAD (Dales lo que se merecen): Asigna a cada área el
tiempo de forma proporcional a su dificultad.
- ORDENACIÓN (Ponlos en su sitio): Empieza a trabajar por las
áreas que consideres de dificultad media. Sigue con las difíciles y acaba
por las fáciles. Los científicos aseguran que es lo más práctico.
- AGENDA (Déjalo todo escrito): Hazte con una agenda, que te
acompañe a todas partes. Escribe en ella tus proyectos y todo lo que
tienes que hacer. Tu agenda será tu jefa: ella te indicará siempre qué
tienes que realizar. Úsala con exigencia.
Hay una serie de técnicas relacionadas con el modo
de seleccionar y organizar los contenidos de tus tareas que te ayudarán a ser
más eficiente.
- El subrayado
- Cómo tomar apuntes
- Los esquemas y los cuadros sinópticos.
- El resumen
El subrayado
El objetivo del subrayado es destacar las ideas
esenciales de un texto y por lo tanto, al leer únicamente lo subrayado se puede
recordar su contenido. Está demostrado que la memoria se fija y recuerda más y
mejor aquellas cosas que se resaltan.
El fundamento de esta técnica consiste en resaltar
de otro color (se recomiendan colores vivos como el rojo o verde o los colores
fluorescentes, aunque cansan más) las frases más relevantes, así como
sustantivos, verbos, adjetivos, fechas, nombres propios, etc.
Para subrayar no se recomiendan más de dos colores
y también se puede sustituir la "raya" por recuadros o corchetes para
señalar párrafos enteros o frases que consideremos de capital importancia.
También acostúmbrate a escribir notas a los
márgenes, en aquellos momentos en que no te queden claras algunas ideas o para
completar con otros datos. Estas notas luego son muy beneficiosas ya que
facilitan la comprensión y amplían conocimientos.
¿Cómo tomar apuntes?
Se dice que el saber tomar apuntes estimula a los
estudiantes así como dirige y canaliza nuestro aprendizaje.
Una buena idea para facilitar la toma de apuntes es
que sepamos de qué va el tema que nos van a exponer. Por eso, si es posible,
sería conveniente echarle un vistazo al tema el día anterior para saber por dónde
irán las cosas.
Por otra parte, tu actitud ante el profesor y el
tema deberá ser positiva. No tengas prejuicios y no te dejes llevar por los
estados de ánimo, ni por las simpatías o antipatías. Concéntrate en lo que
haces. Controla tu atención. No divagues.
Es fundamental que estés atento al profesor,
mírale, busca las ideas claves de la explicación y concentra tu atención en:
- Captar la lógica de lo que expone el profesor.
- Comparar lo que dice con lo que ya sabes.
- Busca la utilidad para ti de lo que explica. Resume lo que el
profesor va diciendo.
Utiliza papel que puedas archivar. Siempre el
mismo, con el mismo formato. Guarda los apuntes en carpetas por materias y por
días.
Inicia los apuntes poniendo en la parte superior de
la hoja la fecha y la asignatura o materia. Esto te facilitará su clasificación
y orden.
Escribe con letra legible y clara. Los apuntes
debes tomarlos de tal manera que sean fáciles de leer, para no tener que
pasarlos a limpio. No escribas todo lo que el profesor diga. No lo copies todo.
Sólo las ideas importantes. Copia las fechas, nombres, referencias, etc. Luego
puedes completarlo con ayuda del libro o de algún compañero.
Deja margen a la derecha y a la izquierda para
anotaciones o aclaraciones. Utiliza el subrayado y las mayúsculas para resaltar
lo más importante. Sé breve. Abrevia cuanto puedas las palabras. Utiliza
siglas, abreviaturas (comprensibles posteriormente) o cualquier signo que tú
crees y que para ti signifique algo. Algún ejemplo puede ser:
Igual.................=
Siglo...............S
Más que............+
Menos que.......-
Hombre.............H
Mujer..............M
Mayor................>
Menor.............<
Que..................q
Por.................x
Porque..............xq
A los adverbios acabados en mente añade al adjetivo
un símbolo: rápida/; fácil/; normal/.
Tu mismo puedes crear tus propias normas o
símbolos. Práctica un poco y verás como los resultados mejorarán.
Los esquemas y los cuadros sinópticos
El esquema es una técnica que tenemos muy olvidada
pero que da mucho resultado. No es una técnica sencilla ya que depende
directamente de como se haya realizado el subrayado y la lectura.
Un esquema debe presentar las ideas centrales del
texto, destacadas con claridad. Presenta de forma sencilla y lógica la
estructura del texto. Debe tener una presentación limpia y clara. En el esquema
se destacan los puntos principales del texto y los sub-apartados que consideres
de interés. Se utilizan signos para destacar ideas, subrayado, las mayúsculas y
minúsculas, colores y distintos tipos de letras. Escríbelo en términos
concisos.
Para trabajar el esquema parte de la lectura
analítica de un texto y de su posterior subrayado. Ve separando cada contenido
por puntos, rayas y subrayados. Mira si lo que has escrito expresa la idea
completa del texto sin dejar datos fundamentales. Puedes utilizar las
mayúsculas para señalar los apartados fundamentales y las minúsculas para los
elementos de importancia que hay en ellos.
El esquema es como un resumen pero más
esquematizado, sencillo y claro. Con un solo golpe de visto podemos percatarnos
de la información que contiene el texto estudiado.
Por lo tanto a partir de un texto determinado
puedes realizar las siguientes actividades:
- Localizar las ideas centrales del texto.
- Subrayar las palabras o frases que destaquen esas
ideas.
- Anotar al margen la idea central del texto y de
los distintos párrafos.
Por otra parte, el cuadro sinóptico es una variante
del esquema que sobre todo se utilizará cuando existan datos muy concretos como
fechas, nombres, cantidades y cuando un texto habla de los mismos elementos
pero en distintas contextualizaciones. Su técnica es igual a la del esquema
pero requiere de un cuadro con las entradas que sean necesarias.
Ejemplo del Esquema
Esquema del texto Los Romances:
Cronológicamente se dividen en:
1. Romances viejos:
- Autor anónimo.
- Origen=Cantares de Gesta:
* Verso se divide en dos octosílabos.
* Rima asonante los pares.
Siglo XIV a XVI.
- Temas:
* Históricos: Cid, Infantes de Lara, D. Rodrigo.
* Fronterizos: reconquista;
* Carolingios: Carlomagno, Roldán.
* Novelescos;
* Líricos.
El resumen
Es una de las actividades más importantes y claves
dentro del estudio. La puedes realizar después de tener hecho el subrayado y
luego de haber estudiado el tema, lección o texto. Tienes que intentar hacerlo
sin volver a mirar lo que has leído, y si lo haces, lo menos posible.
El resumen debe ser breve pero completo, con las
ideas fundamentales y utilizando tu propio vocabulario y modo de estructuración
de las oraciones. Redactado en forma personal. Tienes que utilizar partículas
de enlace entre los distintos párrafos que produzcan la hilazón lógica entre
los mismos.
Es evidente que un buen resumen depende mucho de la
comprensión del texto y de las veces que lo hayas leído (son recomendables tres
lecturas: una rápida, otra lenta con subrayado y otra más lenta con memorización
y análisis).
Para dominar esta técnica tendrás que hacer
ejercicios del tipo siguiente:
- Análisis y comentario escrito de textos.
- Resúmenes de los mismos.
- Lecturas detenidas.
- Resúmenes de textos a partir de lo subrayado.
Es conveniente que posteriormente al resumen lo
leas varias veces y lo completes, si es necesario, con el texto delante. En
principio, todo tipo de textos son válidos para practicar esta técnica.
Fuente: Profes.net
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